El 14 de junio declarado "Día del Barrendero"

 

El día 14 de junio fue declarado "Día del Barrendero" en Buenos Aires, Argentina, recordando la desaparición de Mauricio Silva, Hermano del Evangelio, el 14 de junio de 1977.

San Mauricio de los Barrenderos

(Coplas del folleto preparado por María Rosa Lazarte, junio, 2003)

Como el mulato de Porres

El padre Silva oriental

El primero barriendo en Lima

Y el otro, La Capital

 

Ambos cuidando al Cristo

En el hermano empobrecido

Ya lo ve, está visto

Uno santificado, el otro desaparecido.

  

Queridos amigos y amigas: 

Explicar en pocas líneas adecuadamente los acontecimientos y las emociones de estos días alrededor de un nuevo recordatorio de la detención-desaparición de Mauricio Silva sería imposible.  Así que intentaré  darles someramente  un simple relato.

El ACTO OFICIAL  del “Día del Barrendero” lo hizo el Sindicato (SUTECBA)  en el Corralón de la calle Varela 555, el viernes 13 de junio de 2003 a las 11 hs.  Fue un  día pleno de sol y  el amplio  patio del corralón donde esta asentado el departamento de Limpieza de la Ciudad fue un constante movimiento de camiones y  de trabajadores.   Se empezaron a juntar los barrenderos con sus uniformes – la mayoría de ellos ahora son mujeres  y dirigentes del Sindicato prepararon un pequeño espacio con micrófonos y las placas conmemorativas para ser reveladas. Se nos brindaron a todos al llegar un vaso caliente de mate cocido.  Cuando comenzamos el acto había ya unas doscientas personas presentes.  

Al principio  la locutora del Sindicato saludó a los participantes del acto  y mencionó todas las adhesiones recibidas incluyendo una del Arzobispo de Buenos Aires,   Cardenal Bergoglio.  El primero en hablar fue el Diputado Luis García Conde autor de la Ley 1032 que declaraba el 14 de junio “Día del Barrendero” en homenaje a Mauricio.   Evocó los conceptos principales de esta ley en cuanto a la necesidad de dignificar este trabajo tan sacrificado diciendo que la recolección de basura  urbana   es uno de los trabajos  tradicionales que se realiza en la ciudad pero es la más marginado de todas las actividades de trabajadores de la ciudad.  Habló para el Sindicato el Sr. Pisani en un discurso muy emotivo cuando recordó como él trabajó allí en ese mismo corralón en los primeros años de la dictadura y como tantos hombros y mujeres del Sindicato habían sido perseguidos, encarcelados y desparecidos. Se estaba finalmente haciendo justicia a todos ellos.  En seguida se leyeron los nombres de 12 desaparecidos del SUTECBA evocando su memoria.  Esta lista no es aun completa y van surgiendo nuevos nombres.  

Habló luego otra diputada Vilma Ripol (Izquierda Unida)  quien resaltó la importancia de esa Unidad de Aseo Urbano porque es la única zona que no ha sido privatizada.   Ella está comprometida con la lucha por terminar con la privatización de los servicios de limpieza porque no solo no brindan un buen servicio a la ciudadanía sino que explotan aun más a los barrenderos.   Yo hice una intervención en nombre de la Fraternidad donde evocaba la personalidad y la trayectoria de Mauricio comentando algunos anécdotas de su vida como barrendero.   Explique este proceso de acercamiento de la Iglesia al pueblo que tuvo una expresión tan plena en Mauricio.  No había duda que el mejor homenaje era que sus compañeros y compañeras de trabajo pudieran celebrar su día de descanso y de festividad en su memoria.   Lo que era una fecha muy triste para todos, el 14 de junio, ahora  se había transformado en el día del barrendero.   Habló el Sr. Domínguez Director de esta Unidad de Aseo Urbano resaltando el sentido histórico de ese acto ya que de ahora en más todos los años van a tener su acto y su día.  Era un tardía pero merecido homenaje a todos los recolectores de basura de la ciudad.  Finalmente Fernando Portillo y  Verezmundo Fernández (compañero de Mauricio en la Fraternidad de esos años)  hicieron la bendición de las placas, del corralón y de todos los presentes.   Así terminó la asamblea en un clima emotivo pero de mucha participación.  Apenas terminamos cuando se me acercó uno barrendero que se llamaba Antonio – era Chileno-  quería saber de Jesús el hermano de Mauricio.  Mauricio y Jesús habían sus amigos ya que él barría en la zona de Malabia donde tenían la fraternidad.   Yo me acordaba de que Mauricio hablaba de Antonio el Chileno  y era como que si el tiempo no se hubiera pasado.  Allí me daba cuenta  que Mauricio es muy conocido y apreciado aun en el ambiente.  

La misa en la Iglesia  Santa Cruz fue  el otro conocimiento.   Fue una celebración presidida por el padre Bernardo Hughes  cuyos puntos más altos fueron diferentes mensajes sobre el testimonio de vida de Mauricio.   Comenzó con la recordatoria de Marta Garaygochea (Mar del Plata)  sobre la vida de la Fraternidad de Malabia y  el testimonio de Mauricio.   Marta desarrolló varios conceptos que había escrito hace poco para una semblanza de aquella fraternidad:

“¡Ciertamente que fueron momentos duros y difíciles pero claramente providenciales y fecundos!  ¡Para mí fueron años de gracias extraordinarias!  Los tiempos difíciles de persecución exigen hombres y mujeres fuertes, que vivan perseverantes en la ESPERANZA, decía Mons. Pironio.

Por eso necesitábamos rezar como es vital,  comer y dormir.  Necesitábamos cada día unirnos en la oración.  Tanto en la misa como la adoración.  Al caer cada noche celebrábamos la Eucaristía, siempre acompañados por algún hermano inesperado.  Compañeros de trabajo, jóvenes militantes que nos decían “Vengo a tomar fuerzas”, algún religioso o religiosa conocido, y alguna vez el obispo Jaime  de Nevares (de Neuquen).

En esa pequeña y humilde capillita, codo a codo, sintiendo casi el latir del corazón de cada uno, estaba la experiencia fuerte de la vida de cada día y la riqueza de la fe, leíamos, desde esta fe que nos sostenía, que había una misteriosa asociación entre la Pasión de Jesús y la trágica realidad de nuestro Pueblo.  Y aunque teníamos miedo y lo decíamos sin pudor, renovábamos cada día el compartir sencillamente como uno más del pueblo, desde el trabajo explotado, los sufrimientos y búsquedas que marcan siempre la vida de los más pobres y desheredados.

Esta era una Fraternidad de trabajo, muy precaria, pero abierta todas las horas y todos los días, a quien lo necesitase.   Mauricio especialmente tenía el corazón y el oído abierto siempre a la escucha y el mate caliente sobre la mesa con el pan..  Fuertemente comprometidos con Jesús, fuertemente comprometidos con los más pobres.  Concretamente con los barrenderos de basura y las obreras que limpian las casas de las clases privilegiadas.  Una porción de los “excluidos” en la gran ciudad de Buenos Aires. 

Nuestra querida gente sufría opresión y violencia cotidiana; por eso pedíamos el don de la fortaleza. Cada día el terrorismo de estado aumentaba.  Veíamos desaparecer amigos, masacres de familiares y conocidos, compañeros de trabajo, hermanos en la fe. Muchos, con buena intención, nos aconsejaban que nos fuéramos del país.  Con Mauricio muchas veces charlábamos sobre el sentido de ser fieles a la suerte de los pobres en la persecución.  Ellos no tenían amistades influyentes ni dinero guardado, ni estructuras para protegerlos... Sólo a Dios y a sus pares, otros pobres.

Marta desarrolló estos conceptos   y terminó sus palabras con la invocación que nos conmovió a todos invocando a  Mauricio como santo.  ¡San Mauricio, ruega por nosotros!  La primera persona que escuché hablar de Mauricio como santo fue el obispo ya fallecido Don Jaime de Nevares.   Lo decía siempre  con mucha convicción: “Mauricio es santo”. 

El padre Bernardo en su homilía dedicó su reflexión al misterio de la Santísima Trinidad como el misterio del amor que es nuestra Dios.  Mauricio es testigo de este Dios comprometido con los hombres y las mujeres del pueblo.

Luego para la Oración de los Fieles  yo  presenté como intención central a todos que trabajan con la basura de la ciudad, sus familias, su dignidad  y liderado por el padre Bernardo rezamos juntos la  Oración de Mauricio.

Hubo la procesión del ofertorio que esta vez incluyó una escoba y una pala como símbolos, y seguidamente  Verezmundo Fernández hizo un comentario sobre Mauricio utilizando varios textos del Evangelio.   

Introdujo sus reflexiones afirmando que estos días de recordatoria han sido llenos de recuerdos y reflexiones, y que la mejor expresión de lo que quería expresar, estaba en varios textos claves del Evangelio.  Comenzó por la proclamación de Jesús en Nazaret cuando Jesús comentando un texto de Isaías, dice que  ya se la ha cumplido esta promesa y las buenas noticias de su liberación ha llegado a los pobres.  Este anuncio fue todo el sentido de la vida de Mauricio.   Velezmundo finalizó su reflexión tomando el texto de Jesús cuando predecía a sus apóstoles de que ellos iban a sufrir la misma persecución y tener la misma suerte que Jesús.  Van a ser odiados y  despreciados.  No se deben desanimar.   Estas palabras se ven totalmente reflejadas en el testimonio de Mauricio.   El mensaje de Verezmundo fue de una gran contundencia.  La mejor descripción de la vida y testimonio de Mauricio es usando los mismo textos que describen la vida de Jesús.  

El ultimo mensaje de la misa fue dado por Monseñor Musto, representante del Cardenal Bergoglia, que habló después de la Comunión. El sacerdote rescató el testimonio de la Iglesia que sufrió y fue perseguida por la dictadura militar en Argentina.  Mencionó además de Mauricio los martirios de Carlos Múgica, el obispo Enrique Angelleli y  Pablo Gazzarri.   Confirmó este proceso de rescate de la memoria de una sector de la Iglesia argentina que fue totalmente marginada hasta hace muy poco.  Yo pensaba en tantos esfuerzos que hacía Mauricio para que la Iglesia de Buenos Aires reconociera su testimonio de vida.  No perdía una oportunidad para hablar con el Cardenal Aramburu o con el Nuncio Pio Laghi  aunque sabía que el apoyo de la  iglesia jerárquica  porteña a la Fraternidad no significaba un compromiso mayor.    Es ahora que se está dando este vuelco y, ¡Bienvenido sea!  Ciertamente se abre un camino que tenemos que andar y estuvimos muy agradecidos de este mensaje del Arzobispado.  

La celebración terminó con los encuentros entre todos los presentes.  Estaban las madres de Plaza de Mayo, el diputado Luis García Conde y su asistente María Rosa Lazarte que  han trabajado tanto en el rescate de memoria de Mauricio.  Las familias de la Fraternidad. Estaba Eva con su tremendo dolor de la Fraternidad de Marta de Mar del Plata cuyo esposo Alberto falleció repentinamente hace apenas dos meses.   No cabe duda que salimos de la celebración  eucarística fortalecidos en nuestra fe para andar el camino de compromiso que nos mostró Mauricio.

Patricio 

(Fraternidad Laica  Carlos de Foucauld)