LA ÚLTIMA

MI CREDO PERSONAL

Creo en Dios que nos quiere y me quiere.

Creo en Dios desnudo de nombres.

Creo en Dios que está presente y ausente en todas las religiones

y por encima de todas ellas.

Creo en Dios que no se deja encerrar en dogmas ni en credos.

Creo en Dios presente, pero no evidente, en la vida cotidiana y en la historia.

Creo en Dios en medio de la oscuridad de los absurdos de la vida.

Creo en Dios que nos ofrece sentido y plenitud en nuestra pequeña vida contingente.

Creo en Dios que nos ha hecho libres para responderle o no.

Creo en Dios que nos hizo sensibles para presentirle más allá de los sentidos.

Creo en Dios porque podemos hablarle sin palabras.

Creo en Dios que no discrimina, no juzga, no castiga.

Creo en Dios, única y exclusivamente Bueno y Misericordioso,

que sólo desea nuestra felicidad.

Creo en Dios que nos impulsa a nacer de nuevo como personas liberadas.

Creo en Dios que guarda silencio mientas nosotros hacemos o deshacemos.

Creo en Dios que inspira a iluminados y profetas, Jesucristo entre ellos.

Creo en Dios, Misterio inaccesible y presencia amorosa a la vez.

Creo en Dios no impasible, que sufre con el dolor de los sufrientes.

Creo en Dios no neutral, que se une con ternura a los humildes y empobrecidos.

Creo en Dios no imparcial, que alienta a quienes se comprometen por la justicia.

Creo en Dios aunque no sea necesario creer en Él.

Creo en Dios porque es Gratuito, como el amor entre la amada y el Amado.

Creo en Dios porque sí.

Y todo lo que creo me da alas para volar, impulsos para vivir.

Esteban Tabares