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Carlos de Foucauld será beatificado este domingo en el Vaticano
El sacerdote francés (1858-1916), evangelizador del Magreb y cercano a los pobres, llevó una vida de ermitaño misionero en el Sahara y promovió una espiritualidad que ha dado vida a 10 congregaciones religiosas y 9 asociaciones de vida cristiana
Ignasi Miranda
La beatificación de Carlos de Foucauld (1858-1916) se había fijado inicialmente para el pasado 15 de mayo, pero la muerte de Juan Pablo II y el inmediato proceso de elección del nuevo Papa obligó a aplazar ésta y otras ceremonias programadas para esas semanas. El sacerdote francés, conocido por su espiritualidad y por una gran influencia en el Concilio Vaticano II, subirá finalmente a los altares este domingo 13 de noviembre, en una ceremonia que presidirá el cardenal José Saraiva Martins en la basílica de San Pedro del Vaticano, a partir de las 10.00 horas. El sábado, a partir de las 16.00 y en la iglesia de la Abadía de los Trapenses de Roma, el obispo de Viviers (Francia), François Blondel, dirigirá una meditación sobre el mensaje espiritual del nuevo beato, sesión que dará paso a un tiempo de adoración al Santísimo Sacramento. Y el lunes, a las 9.30 de la mañana, tendrá lugar, en el mismo templo trapense romano, la Eucaristía de acción de gracias, en este caso presidida por el obispo de Laghouat-Ghardaïa (Argelia), Claude Rault.
El conocido como “hermano universal” alcanza el reconocimiento de beato de la Iglesia después de que la Santa Sede aprobó, el pasado 20 de diciembre, la validez de un milagro atribuido a su intercesión. El decreto firmado por Juan Pablo II fue la culminación de un proceso que se inició el 16 de febrero de 1927 con la fase diocesana, que duró hasta el 10 de febrero de 1947. En la fase romana, los trabajos pasaron por diferentes etapas hasta que, el 20 de octubre de 2000, una comisión de 9 teólogos se pronunció unánimemente a favor de la práctica heroica de virtudes cristianas en la vida del Siervo de Dios. El 9 de febrero de 2001, la Congregación para las Causas de los Santos ratificó esa misma tesis, lo que permitió que el Papa firmase el Decreto de Heroicidad de las Virtudes el 24 de abril de ese mismo año. El 1 de marzo de 2003, se produjo el primer reconocimiento del milagro, que sucedió en la diócesis de Milán, y a partir de ahí la ratificación fue pasando por las preceptivas etapas hasta la firma del decreto que da vía libre a la ceremonia de este domingo.
Carlos de Foucauld vivió sus últimos años en el norte de África, donde murió de forma violenta y dolorosa en 1916. Considerado también uno de los grandes profetas europeos del siglo XIX, dejó huella con un carisma que ha generado la inquietud necesaria para formar numerosas comunidades laicales y de vida religiosa, en total 10 congregaciones y 9 asociaciones de vida espiritual. Entre otros ejemplos de estas obras, destacan la Comunidad de Jesús (laicos), las Hermanas de Jesús (religiosas), la Fraternidad de Betania, la Fraternidad Secular Carlos de Foucauld, las Hermanitas de Nazaret y la Unión Solidaridad Carlos de Foucauld. Dentro de su aportación religiosa, es especialmente conocida la oración de abandono del nuevo beato: "Padre, me abandono a ti. Haz de mí lo que quieras. De lo que hagas de mí, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo; lo acepto todo...". Éste y otros muchos escritos se han convertido, desde principios del siglo XX, en el principal alimento espiritual de lo que hoy ya es una gran familia en el tejido eclesial.
Una semilla que da fruto
Más de 11.000 personas viven actualmente bajo el carisma del Hermano Carlos, lo que dibuja la semilla de santidad que dejó este misionero de la vida interior y que ahora la Iglesia reconoce elevándolo a los altares. El proceso de beatificación tardó unos 80 años en llegar a Roma tras la fase diocesana en Argelia, sobre todo por las interrupciones de la Segunda Guerra Mundial y de los diversos conflictos en el país norteafricano, donde Foucauld vivió gran parte de una vida que ya ha quedado reflejada en unos cuantos libros que exponen sus etapas y analizan su espiritualidad. El contacto con la fe de los musulmanes y con la soledad del desierto le interpelaron y suscitaron una inquietud de vida interior que ya no abandonó hasta el final de su vida.
Nacido en 1858 en Estrasburgo, Carlos de Foucauld ingresó en 1876 en la Escuela Militar de Sainct-Cyr, y partió hacia Argelia en 1880. En 1886, se instaló en París para desarrollar un proceso de discernimiento ante las dudas que le invadían y, 4 años después, entró en la Trapa de la Virgen de las Nieves. En 1897, llegó a Nazaret, donde estuvo tres años como criado de unas monjas clarisas. Ya en 1900 volvió a Francia para ordenarse sacerdote un año después. Inmediatamente después de recibir el sacerdocio, se trasladó en octubre de 1901 a Beni-Abbés (Argelia), donde escribió el libro El evangelio presentado a los pobres del Sáhara y revisió otra de sus obras: La Regla de los Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón. Finalmente, en 1905, se instaló en Tamanraset, donde escribió los estatutos de la asociación de hermanos y hermanas del Sagrado Corazón. Y en 1916, murió de manera violenta y dolorosa. Su ejemplar vida le lleva ahora a los altares, con la beatificación este domingo en el Vaticano.
Un hombre provocador y de nuestro tiempo
Carlos de Foucauld ha sido definido por quienes más le conocen como un hombre de nuestro tiempo, crítico y disconforme, pero con un don para la provocación incluso en su juventud. Su cercanía con la modernidad se palpa a través del proceso de conversión y hacia la santidad, siempre desde el reconocimiento de sus errores y sus limitaciones, pero de manera incesante. Cuando descubrió a Cristo como el camino hacia la perfección, el Hermano Carlos habló muchas veces de conceptos como “el apostolado de la bondad”, la necesidad “de abrazar al Jesús que está en la cruz”, la pertenencia y adaptación al país donde se encontraba (Argelia) y el descubrimiento de “la vida escondida” de Jesús.
Cabe destacar que las fraternidades y asociaciones vinculadas al carisma del nuevo beato están presentes en todo el mundo, aunque Francia es el país donde hay más. En España, existe un grupo importante en colectivos que trabajan en Barcelona y el resto de Cataluña. En este contexto, acaba de confirmarse que el 3 de diciembre, a las 19.30 horas en la iglesia del Sagrado Corazón de los Jesuitas (calle Caspe, 27, en Barcelona), tendrá lugar una Eucaristía de acción de gracias presidida por el arzobispo de esta diócesis catalana, Lluís Martínez Sistach. Una hora antes, en el salón de actos de la comunidad de la Compañía de Jesús (calle Roger de Llúria, 13), se celebrará un encuentro informativo sobre la vida y la persona de Carlos de Foucauld.