EL PAPA, CON LOS HOMBRES DEL DESIERTO

 

El Papa Benedicto XVI saludó ayer a un grupo de tuaregs que acudieron con su vestimenta típica a la basílica de San Pedro, en el Vaticano, a fin de estar presentes en la ceremonia de beatificación de un católico que pasó una parte de su vida entre las tribus del desierto del Sahara: Charles de Foucauld. Este hombre, nacido en Estrasburgo en 1858, fue oficial del ejército francés en África hasta que se encaminó hacia la vida religiosa en 1901, y se instaló en Tamanraset, en el sur de Argelia, que en aquellos momentos era dominada por Francia. Fue asesinado por unos bandidos en 1916. Durante la ceremonia de ayer, que no fue presidida por el Pontífice, se beatificó a otras dos religiosas: María Pía Pastena (1881-1951) y María Crucificada Curcio (1877-1957). Ambas fundaron órdenes religiosas.