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Destinatarios: Presbíteros diocesanos.
Mes y Días: agosto 2012. Del día 4, sábado, al 29, miércoles.
Lugar: Casa de la Comunitat de Jesús en Tarrés (Lérida) y Casa Espiritualidad de la Institución Javeriana en Galapagar (Madrid).
Inscripciones: Aurelio Sanz Baeza, responsable regional. fraternidadsacerdotal@carlosdefoucauld.es
Fecha tope Inscripción: 15 de julio 2012.
En el momento de la inscripción se informará con detalle de todo lo preciso.
La Fraternidad Sacerdotal es un servicio a los sacerdotes para ayudarles a vivir más intensamente su vocación cristiana y presbiteral sirviéndose de un mínimo de estructura organizativa.
El Directorio de la Fraternidad Sacerdotal “Iesus Cáritas”, redactado en Montefiolo (Italia) el año 1976, comenta que “la decisión de vivir en fraternidad, se hace por etapas”. También más adelante señala que “el sacerdote que quiere manifestar su pertenencia no solamente a una fraternidad, sino a la Fraternidad entera, participa en el Mes de Nazaret y hace un compromiso explícito. Entonces es considerado como miembro de la Fraternidad”.
Por tanto, el Mes de Nazaret nace como escuela de fraternidad cuyo fin principal es favorecer la relación con nuestro Señor y la relación con nuestros hermanos sacerdotes al tiempo que el compromiso allí donde cada día realizamos nuestro servicio pastoral en nombre de la Iglesia como sacerdotes diocesanos.
La oración, el estudio de temas de espiritualidad y la gozosa vida comunitaria por un tiempo son ocasión espléndida para revitalizar nuestras fuerzas y nutrir nuestra vida espiritual en medio de la entrega diaria sirviendo a la gente.
Para lograr estos objetivos las dos primeras semanas nos acogerá la Comunitat de Jesús en el pueblo leridano de Tarrés, muy cerca del monasterio de Poblet. El entorno favorece y ayuda a vivir un tiempo de convivencia y alegría al tiempo que de recogimiento y contemplación dentro de un estilo de vida sencillo y familiar como lo fue la casa de Nazaret. Durante estas dos semanas, además de atender las tareas domésticas y realizar algunos pequeños trabajos manuales, haremos el esfuerzo del volver al Evangelio con los medios que la Fraternidad sacerdotal nos ofrece:
1. Viviendo la Fraternidad. Como los discípulos de Emaús, compartiremos nuestras preocupaciones, la Palabra y la Eucaristía y a la luz del Evangelio, nos interpelamos en la verdad, con valor, para descubrir las llamadas del Señor. También se construye fraternidad en el trabajo común y en el disfrute del tiempo libre.
2. Mirando nuestras vidas y actividades con los ojos de Dios en la práctica de la Revisión de Vida. La Revisión de Vida supone una mirada contemplativa a la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. Y al mismo tiempo, es un medio de una conversión permanente. Es, por consiguiente, una lectura en común de la vida para descubrir en ella las llamadas del Señor.
3. Dedicando tiempo al encuentro con el Señor orando y contemplando. Buscaremos al Señor en comunidad a través de la adoración eucarística regular y prolongada; la lectura meditada de la Escritura; y la práctica de la espiritualidad del desierto.
4. Revitalizando nuestro compromiso bautismal y sacerdotal. La adoración del Santísimo y la revisión de vida nos llevarán a revitalizar nuestros compromisos personales de amor a la Iglesia y de servicio a los hermanos.
Durante el Mes se ofrece una semana de Ejercicios Espirituales que serán dirigidos por Ginés Pagán, sacerdote de la diócesis de Cartagena-Murcía durante los días 19 al 25 de agosto en la Casa Espiritualidad Santa María de la Institución Javeriana. C/ Navalonguilla, 10. 28260 Galapagar (Madrid).
Al finalizar los Ejercicios Espirituales los participantes en el Mes de Nazaret quedarán unos días más en la misma Casa de Ejercicios para concluir la experiencia.
Dos sacerdotes de la Fraternidad se harán cargo del acompañamiento de la marcha del Mes.
Muchas son las tareas que nos ocupan en nuestras variadas y plurales tareas pastorales pero no obstante merece la pena dedicar un tiempo al Señor de nuestras vidas con la seguridad que Él nos bendecirá con el ciento por uno.
Valgan estas breves líneas para animar a participar cuantos las lean. A los hermanos de la Fraternidad Sacerdotal que aún no han tenido está experiencia y a aquellos que quieran repetir. A todos los sacerdotes interesados. Unos y otros serán bienvenidos.
Manuel Pozo Oller