Extractos de los escritos del hermano Carlos
GRITAR EL EVANGELIO CON LA VIDA
"Volvamos al Evangelio. Si no vivimos del Evangelio, Jesús no vive en nosotros."
Carlos de Foucauld aspiraba a evangelizar de acuerdo con el modelo de Jesús durante los años de su vida oculta en Nazaret: por medio del diálogo, la amistad y el testimonio de vida.
Evangelizando por la delicadeza en la caridad, en la acogida a todo visitante:
“Seamos infinitamente delicados en nuestra caridad… Recibiendo a todo hermano como a un hermano muy querido”.(Meditación de los Evangelios, Nazaret, 1898)
“En las relaciones de amistad y vecindad con los pobres con quienes se comparte la vida, se va deslizando el Evangelio e irradiando la Luz de Cristo”. (Cuaderno de Beni-Abbés, 8 junio 1904)
Ve en María, visitando a su prima Isabel, la forma más explícita de su llamada a la vez contemplativa y apostólica: una unión a Jesús tal que pueda irradiar:
“Hacer el mayor bien a las poblaciones musulmanas, llevando en medio de ellas a Jesús en el Santísimo Sacramente, como la Santísima Virgen santificó a Juan Bautista llevando junto a él a Jesús”. (Carta a la Señora de Bondy, 9 septiembre 1901)
(…) Llevad el Evangelio, …no anunciándolo sino viviendolo. No predicándolo de boca sino predicándolo con el ejemplo” (Retiro en Efrén, marzo 1898)
Asimismo, el Evangelio se transmite por una vida enraizada en el Evangelio.
“Todos nuestros actos, toda nuestra vida debe gritar que nosotros somos de Jesús”. (Meditación 314, Nazaret 1898)
“Toda nuestra existencia, todo nuestro ser, debe gritar el Evangelio”.(Meditación 314, Nazaret 1898)
Todo cristiano debe ser un apóstol, que sea con o sin palabras explícitas. Los medios difieren según a quienes nos dirigimos.
“Todo cristiano debe ser apóstol: no es un consejo, es un mandamiento, el mandamiento de la caridad. Ser apóstol, ¿por qué medios? Por los que sean mejores, teniendo en cuenta a quien nos dirigimos." (Carta a Luis Massignon, 1 agosto 1916)
Es tal la disposición de Carlos de Foucauld para extender el Evangelio que está dispuesto a todo:
“Me pregunta usted si estoy dispuesto a ir a otro sitio que Beni-Abbés para la extensión del santo Evangelio: para eso, estoy dispuesto a ir al fin del mundo y a vivir hasta el juicio final”. (Carta a Mons. Guérin, 27 febrero 1903)
En el mismo tiempo, Carlos no busca tantos éxitos como fidelidad al Espíritu y al amor. El evangelizador debe seguir convirtiéndose al Amor.
“Es el soplo del Espíritu el que hay que seguir con sencillez de corazón, y con el celo y la fidelidad del amor”. (Retiro de la ordenación sacerdotal, 9 mayo - 9 junio, 1901)