Amor apasionado por Dios
Jesús fue su mejor amigo, su hermano, su maestro, su todo.
Quiere imitarle, seguirle, amar como Él amó.
Carlos se entrega a Él, vive para Él, le ama, es lo más importante en su vida. Deja todo por seguirle, hasta su familia. Trata de imitarle y pasa noches enteras en oración, dejando que Dios trasforme su corazón y lo haga semejante al suyo, para amarle en los más pobres y abandonados sabiendo que lo que hacemos a uno de ellos se lo hacemos a Jesús mismo. |
Abandono a Dios y adoración van juntos, el abandono es la base de todo
"Podríamos decir que el abandono comienza en el Hno. Carlos por el testimonio que nos da de un profundo respeto a Dios: quiso que Dios fuese Dios en su vida. Sitúa el hecho de Dios en el centro de su existencia, como un absoluto que atrae todas sus energías y le indica el camino a seguir (...)
Ante la ternura y la misericordia de Dios descubre como la verdadera grandeza del hombre es sumergirse en una oración de adoración, que lleva al abandono sin límites. Para él, abandono y adoración van juntos: quien se abandona necesariamente adora. (…)
Una adoración auténtica lleva a confiarse plenamente al Padre.
(…) Por supuesto que esto tiene una consecuencia para el: no mirar más que a sólo Dios, unificar todos los movimientos de corazón a fin de que (esto es importante) el abandono esté a la base de todas nuestras actitudes humanas. El abandono no es un sombrero que nos ponemos encima de la cabeza. Quiere que el abandono sea el apoyo, la base de todo, a fin de que todo esté abandonado. No un sombrero encima de la cabeza y ya estoy abandonado, sino en el corazón, a la base de todo."
Para profundizar más: