Carlos de Foucauld
BUSCANDO A DIOS: SU CONVERSIÓN (1886–1890)
Un asceta que se cuestiona sobre la fe
Carlos de Foucauld tiene 28 años, vive en París austeramente, como un asceta.
Ha retomado contacto con su familia, en particular con su tía y con su prima María de Bondy . La fe cristiana de estas mujeres le cuestiona.
Se interroga acerca de la vida interior y la espiritualidad. Lee mucho, reflexiona. Sin fe, entra en los templos, y repite esta oración: «Dios mío, si existes, haz que te conozca».
Dejar el razonamiento y abrir el corazón
Su prima le habla del Padre Huvelin . Va a su encuentro en la iglesia de San Agustín con la intención de recibir lecciones de religión. El P. Huvelin corta en seco esa búsqueda situada desde el razonamiento y le dice de ponerse de rodillas, confesar y comulgar.
Una experiencia decisiva de la Misericordia de Dios
Carlos hará entonces la experiencia de la presencia de Dios y de su misericordia. Toda su vida estará marcada por esta experiencia de un Dios inmensamente bueno que va en búsqueda de los pecadores y que no rechaza a nadie: "No hay estado tan vil, tan despreciado, tan despreciable, del que no hayas sacado almas, no sólo para salvarlas, sino para hacerlas tus favoritas ... "(En vue de Dieu seul, p.289)
En adelante Carlos no querrá vivir más que para Dios…
Jesús ocupó el último lugar
El Padre Huvelin lo acompañará en su camino y permanecerá hasta su muerte en 1910 como un guía espiritual y un amigo. Una frase de uno de sus sermones lo dejará marcado para siempre: "Jesús quiso ocupar tanto el último lugar que nadie pudo quitárselo." El Padre Huvelin dirá de Carlos: “Ha hecho de la religión, un amor”.
La pobreza de Jesús en Nazaret
Este Dios tan bueno tomará para Carlos el rostro de Jesús… Dios que se hizo hombre humildemente entre nosotros. En fechas cercanas a la Navidad de 1888 Carlos hará una peregrinación a Tierra Santa: se sentirá seducido por la pobreza de Jesús en Nazaret. Para poder estar sin pausa con él expresa un deseo: imitar a Jesús en Nazaret. En su búsqueda de una vida religiosa, piensa que es en la Trapa donde se siente llamado.
“Bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos… -
Bajasteis con ellos para vivir su vida, la vida de un pobre obrero viviendo de su trabajo…
en Nazaret” (Retiro en Nazaret - 6 de noviembre de 1897)